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10 Jul
10Jul


Mientras las causas técnicas aún se investigan, la realidad es que los afectados no solo fueron los hogares y empresas sin suministro, sino también los bolsillos de millones de consumidores. Pero, ¿Quién está realmente pagando los platos rotos?


Causas del apagón: más allá de lo evidente


Según el informe oficial presentado por el Ministerio para la Transición Ecológica, el apagón del 28 de abril de 2025 se inició con la pérdida repentina de generación en zonas del suroeste peninsular —Granada, Badajoz y Sevilla—, con una caída estimada de 2,2 GW en apenas segundos. Esta pérdida coincidió con oscilaciones anómalas del sistema en tensión y frecuencia entre España y el resto de Europa, detectadas unos 30 minutos antes del colapso.


La red se encontró con un déficit de capacidad de absorción de potencia reactiva y falta de generación síncrona de respaldo, lo que impidió contener las desconexiones automáticas sucesivas inducidas por los sistemas de protección. El resultado fue un colapso en cadena que aisló el sistema peninsular y desencadenó el apagón generalizado.


A pesar del predominio de las energías renovables en el mix eléctrico (77‑78 % en el momento del incidente), el informe y fuentes oficiales descartan que estas hayan sido la causa directa. El riesgo más bien residía en la vulnerabilidad estructural del sistema, marcada por infraestructuras desactualizadas, escasa interconexión con Europa y deficiencias en la gestión operativa por parte de REE y algunas generadoras privadas.



Pero lo más relevante no se traduce solo el precio de la energía, sino el aumento en los costes del sistema, como el desvío, los servicios de ajuste o el equilibrio de la red, que se disparan para asumir futuras actuaciones en la estabilidad del suministro.


¿Y quién lo paga?


En primera instancia, estos costes adicionales los afrontan las comercializadoras, especialmente aquellas que suministran a precio fijo. Sin embargo, es importante destacar que este sobrecoste no desaparece: se acaba trasladando, de una forma u otra, a los consumidores, ya sea en futuras revisiones de tarifas, en ajustes contractuales o en condiciones menos favorables al renovar.



Con aumento de los costes del sistema que como siempre asumen indirectamente el consumidor en una factura eléctrica ya cargada de conceptos normativos que en algunos casos se implementaron de manera puntual y con el paso del tiempo se han quedado como permanentes. 


Lo que debería ser un respaldo puntual — el uso de tecnologías caras y mecanismos corta fuegos en bandas secundarias y terciarias del sistema para estabilizar la red — acaba encareciendo la factura de millones de usuarios.


Este episodio pone en evidencia una realidad del mercado eléctrico: el sistema penaliza al consumidor cuando falla la planificación energética nacional o cuando no se gestiona adecuadamente la transición energética.


Empresas y consumidores: impacto desigual


Muchas pequeñas y medianas empresas se han visto sorprendidas por este episodio, especialmente aquellas que no contaban con un seguimiento activo de su suministro o una estrategia energética definida. Un incremento puntual en los costes del sistema o incluso un incremento de sus precios actuales puede suponer una desviación significativa en su presupuesto energético mensual.


Por eso, cada vez cobra más importancia contar con un acompañamiento profesional, que permita anticiparse a estas situaciones y adaptar la contratación energética al perfil de consumo y a la evolución del mercado.


Lo que este apagón nos enseña


  1. La estabilidad del sistema eléctrico tiene un coste, y conviene entender cómo se reparte.

  2. Las comercializadoras asumen riesgos en nombre del cliente, pero estos pueden trasladarse.

  3. Elegir entre tarifa fija, indexada o híbrida no es una cuestión de suerte, sino de estrategia.

  4. Contar con sistemas autónomos complementarios, como el autoconsumo solar, baterías físicas y generadores complementarios nos ayudan a tener nuestra autonomía energética y a reducir el gasto final, por lo que es una inversión inteligente y rentable.


Desde RwC Energy Partners analizamos tu situación energética y te ayudamos a elegir la fórmula más adecuada para tu caso: precio fijo, indexado con cierres por periodos, autoconsumo u otras opciones adaptadas a tu negocio. Además, realizamos un seguimiento continuo de tu facturación, alertándote de cambios regulatorios, oportunidades de mejora o riesgos como el que se ha vivido con este apagón.



RwC Energy Partners Team

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